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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Erotismo y privacidad I

EL HAREN.
 
   Un musulmán, según la ley islámica, podía tener hasta cuatro esposas pero, si su nivel económico se lo permitía, podía convivir con más mujeres y detentar un harén. En al-Andalus existieron harenes bien nutridos y famosos como el de Madinat al-Zahra' en la época del califato omeya que contaba con 6.300 mujeres incluyendo las esclavas o el harén del rey al-Mutamid de la taifa sevillana que disponía de más de 800 mujeres cuando marchó al destierro. El prestigio de un soberano andalusí también se medía por el número de mujeres que podía mantener en su harén y éste a menudo incluía a las mujeres que habían pertenecido a sus antecesores en el poder.
 
   El sexo en los harenes no se limitaba al oficialmente establecido sino que existían otras prácticas alternativas. Como bien es conocido, las mujeres no convivían solas en los harenes, encargados de su guarda y protección estaban los eunucos. Estos guardianes solían estar castrados con la doble amputación de testículos y pene. Sin embargo, lo que ya no es tan bien conocido es que muchas mujeres se las apañaban para tener relaciones con sus eunucos que las satisfacían mediante el método del cunnilingus.( práctica de sexo oral ).
 
   Por otro lado no se puede descartar el lesbianismo, IBN HAZM recoge una tradición del profeta en la que se señalan los castigos para las lesbianas. No era un pecado tan grave el lesbianismo entre solteras aunque si entre las casadas. El castigo para las solteras era un azote y el destierro durante un año, en cambio, para las casadas estas prácticas suponían la muerte por lapidación tras haber recibido 100 azotes.

SEÑORAS RECLUIDAS EN SUS ALCÁZARES.

   Las mujeres de la jassa o clase alta eran las que llevaban una existencia regalada y opulenta pero, por contra, las más presionadas por el código de honor islámico que les exigía guardar la honorabilidad de la familia alejándose de las miradas ajenas. IBN HAZM habla de las mujeres recluidas en sus alcázares. Sus relaciones sexuales estaban limitadas a la endogamia que practicaban con los de su clase. Como siempre hubo excepciones a esta regla, una de las más famosas fue la protagonizada por la princesa WALLADA. Sus amorios con el poeta IBN ZAYDUN y con otros hombres le reputaron en su día fama de mujer deshonesta y mujer emancipada. Otras poetizas siguieron su estela : HAFSA AL-RAKUNIYYA y NAZHUN.
 
   En general era frecuente que , entre las mujeres con menores posibilidades para conocer hombres y enamorarse, se despertara el amor hacia algún pariente varón por el relato elogioso que de él se les hacía y que llegaran a amarlo sin haberle visto. Cuando se concertaba el matrimonio, el novio elegido por la familia a veces solicitaba ver a su prometida antes de la boda. En el caso de cierto personaje, su deseo se hizo realidad sin que se enterara su futuro suegro y las mujeres de la casa hicieron introducirlo en la casa: el novio tropezó en el zaguán de la casa y fue a parar al pesebre de las caballerizas donde lo encontró su futuro suegro que salía hacia la mezquita y que se mostró comprensivo con el prometido de su hija.

   Sin embargo, la privacidad de estas mansiones en las que las mujeres circulaban por sus patios y azoteas no era total. Los almuédanos desde los alminares podían dedicarse a observas a las mujeres e incluso se atrevían a conversar con ellas, aprovechando la altura que les permitía superar los recios muros exteriores de la vivienda. En la literatura árabe existen referencias a estas situaciones como la que se ejemplifica en el conocido cuento titulado " El almuédano y la mujer del barbero ".

Tampoco resultaba impenetrable el domicilio para las "celestinas " que tan magistralmente describe IBN HAZM: mujeres ancianas con báculo, rosario y vestido encarnado que visitaban las casas o se acercaban a las mujeres en la calle y hacían de correo entre los amantes. Ante ellas, de nada servían ni los velos, ni las cortinas, ni los muros más sólidos, tal y como reconoce el poeta cordobés.

María Dolores Rosado Llamas...Erotismo en al-Andalus.