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jueves, 6 de diciembre de 2012

Erotismo y privacidad II

CRIADAS Y ESCLAVAS

   La situación de las criadas y de las esclavas es de mayor libertad dentro de los muros de la casa o palacio. Pueden compartir con los hombres de la familia y sus amigos el espacio doméstico de una manera que les está vedada a las mujeres de la familia. La razón es que no tienen honor que defender, ni su intimidad es tan valiosa como para ocultarse de las miradas masculinas. Las criadas parecen seres asexuados, de hecho, el vocablo con el que se las llama, jadim ( sirviente ), se usa indistintamente tanto para hombres como para mujeres. Estas criadas realizan sus tareas domésticas en presencia de propios y ajenos sin tener que esconderse.
 
   En cuanto a las esclavas, había un grupo llamado yawari. Se trata de mujeres cultas que eran instruidas con la finalidad de entretener en los palacios andalusies. Cantaban, bailaban, tocaban instrumentos como el laúd y recitaban versos. Por tanto, compartían numerosas veladas con la familia, amenizaban fiestas y agasajaban a los huéspedes de la casa.  Frecuentemente acababan siendo las concubinas de sus amos aunque éstos no podían forzarlas a ello. El concubinato era una de las opciones más inteligentes por la serie de ventajas que tal unión les reportaba, si quedaban embarazadas y se convertían en una umm walad o madre de un hijo del señor, las esclavas podían incluso solicitar la manumisión y casarse con el amo.

   Las esclavas jóvenes a menudo se enamoraban de los hijos de la familia con los que tenían contacto a diario y éstos les correspondían puesto que no podían enamorarse fácilmente de una mujer libre. IBN HAZM relata como el amor más fuerte de su vida lo sintió por una esclava que se llamaba Nu´m ( Felicidad ). Ambos se enamoraron cuando eran adolescentes y vivieron su pasión hasta que , inesperadamente, la muerte se llevó a Nu´m cuando IBN HAZM no había cumplido los veinte años. El poeta cordobés describió que sintió una depresión tan fuerte que estuvo meses sin cambiarse de ropa y sin parar de llorarla.
 
   Estas esclavas desprovistas de honor también tomaban la iniciativa en los asuntos sexuales. El poeta también proporciona el relato de una esclava que se enamoró de un muchacho libre y decidió declarársele mediante poemas, pero su amado no se daba por enterado hasta que :
   " Al fin, la esclava perdió la paciencia, el amor desbordó de su pecho y no pudo sujetarse. Una noche tuvieron una entrevista en la que se quedaron solos. El era temeroso a Dios, casto, circunspecto e incapaz de mal. Cuando llegó el momento de separarse, ella se abalanzó y le besó en la boca ".

   Si bien las anécdotas relatadas por IBN HAZM nos hablan de un mundo en el que la aristocracia respetaba y llegaba a amar a las mujeres esclavas, existen testimonios más prosaicos de la situación de las esclavas obligadas a prostituirse a pesar de que estuviera prohibido. Incluso si ya no eran virgenes les fabricaban un himen postizo con corazones de granada ácida y asfa, amasados con hiel de vaca.

María Dolores Rosado Llamas.
Doctora en Historia Medieval.