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domingo, 7 de julio de 2013

Ordoño III , Sancho I y Ordoño IV

Ordoño III

(Hacia 925 - Zamora, 956) Rey de León (951-956). Hijo del rey de León Ramiro II y de la primera esposa de éste, Adosinda Gutiérrez, Ordoño pasó los primeros años de su vida en la corte de su padre, instalada desde principios del año 926 en los territorios de Galicia puestos a su cargo, conocidos ya en la época con el nombre de Portugal.
Muy pronto abandonó estas tierras, ya que cuando contaba aproximadamente con 5 años se trasladó junto a su familia a la Corte de León, lugar donde Ramiro fue proclamado rey en el año 931.

Ordoño III ocupó el trono el 5 de enero del año 951, tras presenciar la abdicación formal de su padre ante los personajes más importantes del reino. El nuevo rey demostró en varias ocasiones su gran pericia en el manejo de las armas y su amplio conocimiento de las distintas instituciones y de la administración. En 955 tuvo que enfrentarse a un importante contingente de tropas navarras y castellanas, confabuladas para instaurar en el trono a su hermano Sancho, el cual había albergado esperanzas de suceder a su padre, por no mencionar, según atestiguan las fuentes musulmanas, que sintió desde su juventud una profunda antipatía por Ordoño.

El contingente tenía previsto reunirse en Sahagún, para desde allí iniciar la conquista del reino, por lo que Ordoño decidió organizar sus defensas en la línea fluvial del Cea, lugar en el que contó con el inestimable apoyo del conde de Monzón, Fernando Ansúrez. El ejército navarro-castellano se encontró con un poderoso baluarte defensivo, prácticamente inexpugnable, que deshizo por completo sus esperanzas de obtener la victoria, por lo que retrocedieron rápidamente.

Pero la tranquilidad no llegó para Ordoño III tras esta primera victoria, ya que poco después tuvo que partir a la llamada tierra Llana de Lugo, donde parece que se había iniciado un importante movimiento de oposición, puesto en relación por algunos autores con la anterior rebelión castellana. No tardó Ordoño en hacer valer su autoridad en tierras gallegas, tras conducir personalmente a su ejército, y con el fin de evitar nuevos conflictos, entregó a un familiar el gobierno efectivo de la zona.

Animado por sus recientes triunfos y en vista de que contaba con un poderoso ejército, decidió emprender una campaña en tierras portuguesas. Partió de las riberas del Miño y, tras reforzar sus defensas en Coimbra, marchó hacia Lisboa, donde obtuvo un importante botín y un gran número de prisioneros. De regreso en su reino, recibió la noticia de que un ejército musulmán se encontraba en las proximidades del Duero, concretamente en San Esteban de Gormaz, causando notables apuros a Fernán González, que, desbordado por el gran número de enemigos, decidió someterse a la autoridad del monarca y solicitar su ayuda.

Ordoño III colaboró efectivamente con el conde y poco después los musulmanes tuvieron que retirarse de estas tierras, aunque en opinión de los cronistas árabes se trató de una victoria parcial, ya que leoneses y castellanos iniciaron rápidamente las negociaciones de paz con Abd al-Rahman III. Pero según apuntan fuentes cristianas, el rey en ningún momento intentó firmar la paz con Córdoba, puesto que pasó el invierno siguiente preparando una expedición en contra de sus enemigos del exterior. No se llevó a cabo la proyectada expedición, puesto que el monarca murió en el verano del año 956, tras ponerse al frente de sus tropas en la ciudad de Zamora, por causas naturales.

El rey Ordoño III recibió sepultura en la Iglesia de San Salvador de Palat del Rey de la ciudad de León que formaba parte de un monasterio, hoy desaparecido, fundado durante el reinado de Ramiro II por su hija, la infanta Elvira Ramírez, hermana de Ordoño III que deseaba ser religiosa.1 En el mismo templo recibieron sepultura los reyes Ramiro II y Sancho I, medio hermano éste último y sucesor de Ordoño III de León.
Los restos mortales de los tres soberanos leoneses sepultados en la Iglesia de San Salvador de Palat del Rey fueron trasladados posteriormente a la Basílica de San Isidoro de León, donde fueron colocados en un rincón de una de las capillas del lado del Evangelio, donde también yacían los restos de otros reyes, como Alfonso IV de León, y no en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León. 2

Matrimonio y descendencia.
Contrajo matrimonion 1 con Urraca Fernández, hija de Fernán González, conde de Castilla. Fruto de su matrimonio nacieron los siguientes hijos:
Bermudo II, rey de León.
Gonzalo.

Sancho I de León
Sancho I de León (935–966), apodado «el Craso», rey de León en dos periodos diferentes (956–958 y 960–966). Fue sucedido por su hijo, el rey Ramiro III de León.
Hijo de Ramiro II y de su segunda esposa, la reina Urraca Sánchez, era nieto del rey Sancho Garcés I de Pamplona y de Toda de Pamplona. A Ramiro II le sucedió su hijo Ordoño III, en 951, con la oposición del infante Sancho, que le disputó la corona leonesa.

Al morir Ordoño en 956, Sancho I subió al trono leonés, pero dos años después, rechazado por su extrema gordura, fue destronado por los nobles leoneses y castellanos, encabezados por el conde Fernán González, nombrando rey a Ordoño IV.

Entonces, Sancho acudió al lado de su abuela, la reina Toda de Pamplona, a quien pidió ayuda para recuperar su reino. Esta hizo un trato con el califa del Califato de Córdoba Abderramán III, para conseguir tratamiento del médico de su corte Hasday ibn Saprut y ayuda para la recuperación del trono de León, a cambio de unas plazas en las riberas del Duero.

La reina Toda, Sancho I y su esposaTeresa Ansúrez viajaron a Córdoba. Allí Hasday ibn Saprut trató a Sancho de su obesidad no permitiéndole tomar más que infusiones durante cuarenta días. Después, y de acuerdo con el pacto firmado, un ejército pamplonés-musulmán tomó Zamora en 959 y León en 960, restaurando a Sancho I como rey. Ordoño IV huyó a Asturias.

El rey tardó poco en olvidarse de su acuerdo con los musulmanes, que pasaron entonces a apoyar a Ordoño IV, aunque su enfrentamiento no pasó esta vez de unas cuantas incursiones de castigo. En los últimos años de su reinado se sucedieron las rebeliones nobiliarias y se afianzó la independencia de los condes castellanos y gallegos.

Matrimonio y descendencia

Contrajo matrimonio antes del 28 de marzo de 959 con Teresa Ansúrez,n. 1 hija del conde Ansur Fernández y la condesa Gontroda Núñez. Fruto de este matrimonio nacieron dos hijos:

Ramiro III de León (961-984). Sucedió a su padre en el trono.
Urraca. Contrajo matrimonio con el conde Nepociano Díaz, quien podría ser hijo de Diego Muñoz, conde de Saldaña ya que aparece frecuentemente junto con el conde y su parentela en la documentación coetánea, aunque su filiación no está documentada.
Muerte y sepultura[editar]

En 966 terminó su reinado cuando falleció al ser envenenado, según la crónica de Sampiro, en el Monasterio gallego de Castrelo de Miño por el conde rebelde Gonzalo Sánchez, quien le dio una manzana ponzoñosa.n. 2 Lo sucedió su hijoRamiro III de León. Aunque no se sabe con exactitud el día de su muerte, ésta tuvo lugar entre el 15 de noviembre, fecha del último diploma en el que aparece Sancho I, y el 19 de diciembre, fecha del primer diploma de su hijo Ramiro III.1

Recibió sepultura en el Monasterio de Castrelo de Miño y posteriormente sus restos mortales fueron trasladados a la ciudad de León, donde fueron inhumados en la Iglesia de San Salvador de Palat del Rey.2 Dicha iglesia formaba parte de un monasterio, hoy desaparecido, que fue fundado durante el reinado de Ramiro II de León por su hija, la infanta Elvira Ramírez, que deseaba ser religiosa.2 En el mismo templo habían recibido sepultura anteriormente los reyes Ordoño III de León y Ramiro II de León, padre y hermano de Sancho I el Craso.

Los restos mortales de los tres soberanos leoneses sepultados en la Iglesia de San Salvador de Palat del Rey fueron trasladados posteriormente a la Basílica de San Isidoro de León, donde fueron colocados en un rincón de una de las capillas del lado del Evangelio, donde también yacían los restos de otros reyes como Alfonso IV de León, y no en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León.

Ordoño IV de León
Ordoño IV el Malo (c. 925-Córdoba, 962 o 963),1 rey de León (958-960). Hijo de Alfonso IV de León y de la reina Oneca de Pamplona.
Hijo de Alfonso IV y sobrino de Ramiro II, después de la muerte de Ordoño III (951-956), y en medio de graves luchas civiles, fue elegido rey por los nobles leoneses que expulsaron del trono a su primo Sancho I (956-958; 960-966).

Casi no se sabe nada de su mandato, ya que fue muy breve. Según el historiador Manuel Carriedo Tejedo:

Nunca pretendió la corona en la que fue colocado por las intrigas y manejos del que luego sería su suegro, el conde Fernán González. Se sintió incapaz de hacer frente a sus enemigos, huyendo continuamente y acabando sus días en Córdoba, implorando sumisamente un ejército con el que hacer frente a su primo Sancho. Su proceder mereció de D. Pelayo el calificativo de malum, que después pasó a la posteridad. 2
A lo largo del año 959 según llegaban noticias de que Sancho I se aproximaba a León, se refugio en Asturias. Hacia el 961 consiguió cobijo en Burgos, pero también tuvo que marchar de allí y abandonar a su mujer en dicha localidad al perder el favor de su suegro, el conde Fernán González, que había jurado vasallaje a Sancho. Finalmente se entregó al general Galib en Medinaceli quien lo llevó a Córdoba donde falleció a lo largo del año 962 ó 963.1 Tras su muerte sus restos fueron llevados a León, donde recibió sepultura en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León.3

Matrimonio

Contrajo matrimonio alrededor del año 958 con Urraca Fernández, viuda del rey Ordoño III de León e hija del conde Fernán González de Castilla. Según la Crónica de Sampiro, nacieron dos hijos de dicho matrimonio - filiis doubus - uno de los cuales, llamado García, fue entregado como rehén por su padre al califa Al-Hakkam II cuando viajo a Córdoba a firmar un tratado de amistad.