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miércoles, 5 de febrero de 2014

Dinastía Hammudí

Los Hammudies o Banu Hamud (en árabe: بنو حمود) constituyen una dinastía de etnia bereber fundada por Alí ben Hamud al-Nasir, y cuyos ancestros se encuentran en los idrisíes al descender del fundador de estos, Idrís I.
Originarios de Marruecos, se asentaron en Al-Ándalus en los años finales del siglo X y se hicieron con el Califato de Córdoba en 1016 cuando Alí ben Hamud al-Nasir hizo decapitar al califa omeya Sulaiman al-Mustain.
Esta dinastía proporcionó, además de Alí ben Hamud al-Nasir, otros dos califas cordobeses: Al-Qasim al-Mamun y Yahya al-Muhtal; y, tras la desintegración del califato cordobés, varios reyes en las taifas de Málaga y Algeciras.
Se mantuvieron en el poder hasta mediados del siglo XI cuando en 1055 la taifa de Algeciras fue conquistada por la taifa de Sevilla, y en 1057 la taifa de Málaga pasó a ser dominada por la Dinastia Zirí.

Gobernantes hammudíes

Califas de Córdoba
Alí ben Hamud al-Nasir
Al-Qasim al-Mamun
Yahya al-Muhtal

Reyes taifas de Málaga
Yahya al-Muhtal
Idris I al-Muta'ayyad
Yahya II al-Qa'im
Hasan al-Mustansir
Idris II al-Alí
Muhammad I al-Mahdi
Idris III al Sami
Muhammad II al-Musta'li
Yahya III al-Mahdi

Alí ben Hamud al-Nasir (en árabe: الناصر علي بن حمود ). Sexto califa del Califato de Córdoba, primero perteneciente a la dinastía hammudí, desde 1016 a 1018.
Fue nombrado gobernador de Ceuta por el califa Sulaiman al-Mustain, dentro de su línea política de distribuir el gobierno del califato entre las distintas familias con influencia para así acabar con la anarquía en que se hallaba sumido el reino. Alí ben Hamud pronto fijó su objetivo político en hacerse nombrar califa, para lo cual no dudo en presentarse como descendiente directo de Alí, el yerno de Mahoma.
Tras desembarcar en Algeciras y apoderarse de Málaga, se dirigió a Córdoba, conquistándola el 1 de julio de 1016. Tras decapitar a Sulaiman, se proclamó califa adoptando el título de al-Nasir li-din Alláh (el defensor de la religión de Alá).
Su política de estricta observancia de las leyes, junto al trato igualitario dado a las distintas etnias dominantes en el califato, hizo que fuera inicialmente aceptado por el pueblo. Pero la aparición en escena de un pretendiente al trono en la figura del omeya Abderramán IV, hizo que el hasta entonces prudente Alí ben Hamud buscase apoyo entre los bereberes y se apartase tanto de árabes como de eslavos. Ello hizo que perdiera la aceptación popular de la que había gozado hasta entonces y fuese asesinado el 22 de marzo de 1018.
A su muerte, y junto a Abderramán IV, surgió otro pretendiente al trono: el hermano de Alí ben Hamud y gobernador de Sevilla, Al-Qasim al-Mamun.
Como sucesor de Alí se considera a Abderramán IV quien, aunque fue proclamado califa el 29 de abril de 1018, nunca llegó a penetrar en Córdoba para hacer valer sus pretensiones, por lo que su califato fue exclusivamente nominal.

Yahya al-Muhtal
Yahya al-Muhtal (en árabe: المعتلي يحي بن علي ). Noveno califa del Califato de Córdoba; tercero y último perteneciente a la dinastía hammudí, entre 1021 y 1023 y entre 1025 y 1026, y fundador y primer rey de la taifa de Málaga.
Hijo del califa Alí ben Hamud al-Nasir, se negó a reconocer como sucesor de su padre a su tío Al-Qasim al-Mamun por lo que en 1021 abandonó el gobierno de la ciudad de Ceuta, que había heredado de su difunto padre cuando este accedió al califato. Tras desembarcar en Málaga, se dirigió al frente de un ejército bereber hacía Córdoba.
Primer califato

Ante la inminente llegada de Yahya, Al-Qasim huyó de la capital del califato y se refugió en Sevilla, dando lugar al primer periodo de gobierno de su sobrino Yahya al-Muhtal que adoptará el título de al-Mutali bi-llah (El elevado por Alá) y que se prolongó hasta febrero de 1023, fecha en la que Al-Qasim recuperó brevemente el trono.
Tras verse obligado a abandonar nuevamente el trono califal, Al-Qasim tuvo que abandonar por segunda vez Córdoba, hecho que sin embargo no sirvió para que Yahya al-Muhtal recuperara el trono, ya que los partidarios de los omeyas cordobeses eligieron como nuevo califa a Abderramán V y posteriormente a Muhammad III.
Durante la etapa en la que en Córdoba volvió a gobernar la dinastía omeya, el hammudí Yahya al-Muthal, asentado en Málaga, apresó a su tío Al-Qasim que se había refugiado en Jerez, haciéndolo ejecutar, y esperó su oportunidad para recuperar el trono cordobés.
Segundo califato

La ocasión se le presentó en 1025, cuando el entonces califa Muhammad III, al recibir la noticia de que Yahya preparaba un ejército para conquistar Córdoba, huyó de la ciudad, lo que facilitó que éste entrara en la ciudad (9 de noviembre) con lo que inició su segundo periodo como califa. Su gobierno se caracterizó porque lo delegó en su visir Abu Chafar Ahmad ben Musa, mientras él se instalaba en su más seguro feudo de Málaga.
Este hecho, junto a los desórdenes que se sucedieron en Córdoba, hicieron que la dinastía hammudí fuera definitivamente expulsada del califato de Córdoba, cuando en junio de 1026 los cordobeses expulsaron al visir que Yahya al-Muhtal había dejado en la ciudad y eligieron al que sería el último califa del califato, el omeya Hisham III.
Rey taifa de Málaga

Tras su expulsión del trono califal, Yahya al-Muhtal se estableció en Málaga donde crearía la Taifa de Málaga al unir bajo su mandato las coras de Rayya (Málaga) y al-Yazirat (Algeciras) .